
Hugo Ibarra paró en el entrenamiento de este jueves un posible equipo de Boca para enfrentar a River. Con una ausencia importante y una gran apuesta, el Negro piensa en este momento afrontar su primer Superclásico como entrenador del Xeneize, que si bien puede que no sea decisivo por la cantidad de fechas que faltan, sà una victoria puede significarle un gran envión anÃmico al equipo para el tramo final de la Liga Profesional.
La primera novedad del 11 que puso en la práctica de fútbol el entrenador es la ausencia de Marcos Rojo. El defensor, clave por su nivel y experiencia, que venÃa de recuperarse de un desgarro, este miércoles sintió una molestia muscular y su presencia es una incógnita. El cuerpo técnico decidió no darle cargas fÃsicas y probarlo a último momento si está en condiciones de ser parte del Superclásico.
En caso de no llegar, Nicolás Figal, quien jugó de lateral por derecha en el último partido ante Colón en Santa Fe, estará en la zaga central junto a Carlos Zambrano. Después, el técnico puso a AgustÃn Rossi en el arco, sobre quien la dirigencia cambió su postura y le dijo que quiere que siga en el club pese a contratar a Sergio Romero, y Luis AdvÃncula (quien volverÃa después de cumplir su fecha de suspensión) y Frank Fabra estuvieron en las bandas.
Luego, Ibarra volvió a poner en el mediocampo a Alan Varela y Pol Fernández, quienes se perdieron el duelo con el Sabalero por llegar al lÃmite de amarillas, en lugar de sus reemplazantes Esteban Rolón y Óscar Romero.
Al lado de ellos, estuvo MartÃn Payero. Mientras que mantuvo el último tridente de ataque con Norberto Briasco y el pibe Luca Langoni por los costados y DarÃo Benedetto como referencia de área. El DT puso un 4-3-3 bien definido, aunque luego se transformó en un 4-4-2 con el ingreso de Juan RamÃrez por Payero y Romero por Briasco.