Llegó como uno de los candidatos a ganar el Mundial y se fue en fase de grupos. Aunque merecidamente, porque no solo decepcionó con este resultado final, si no también desde su juego durante toda su participación. En el debut, venció a Canadá en un encuentro que estaba más para el empate y que para su victoria. Y después los duelos antes mencionados.

Con Courtois, considerado el mejor arquero del mundo, Kevin De Bruyne, de los mejores volantes y otros nombres pesados como Eden Hazard, Romelu Lukaku, no pudo ni llegar a octavos porque fue un gran plantel pero lejos de ser un buen equipo. De hecho, por los malos rendimientos, envés de solucionar sus problemas juntos, se fueron echando culpas unos a otros y de manera pública.

En cuanto al desarrollo del encuentro, hubo primer tiempo normalito donde Croacia llegó más y mejor pero sin inquietar a Courtois, y el árbitro Taylor cobró un penal para los croatas que luego tras revisión del VAR decidió anular por una milimétrica, finísima posición adelantada. Mientras que luego hubo un gran segundo tiempo con mucha tensión: Croacia sin especular fue por la victoria con Luka Modric como eje del juego, se lució el 1 del Real Madrid y en el final Bélgica fue por todo por el triunfo.

Allí, la historia pudo cambiar con varias situaciones de Romelu Lukaku, quien tuvo cuatro inmejorables chances: un rebote en el área, que remató y estrelló en el palo, un cabezazo que se fue por encima del travesaño cuando ¡no había arquero en el arco! (salió a cortar y un defensor desvió la pelota y lo dejó en el camino) y dos balones que no pudo empujar dentro del área chica. Es decir, con sus individualidades se acercó a la victoria pero no lo consiguió y quedó afuera. Croacia, ya espera conocer su rival, el primero del Grupo E que integran España, Japón, Costa Rica y Alemania.