Y un día apareció y habló. Pasaron unas semanas desde la denuncia de Mike Patridge, un ciudadano inglés que acusó a la familia Caniggia de ser “okupa” de su mansión en Marbella y adeudar tres años de alquiler.

Por eso, la palabra de Claudio Paul para conocer su versión acerca del tema era muy buscada. Abordado por un cronista de Pamela a la tarde (América, lunes a viernes a las 15.30) el exfutbolista se mostró indignado por el tema: “El estafado fui yo”, dijo. Si bien no se detuvo a hablar, el marido de Mariana Nannis estaba furioso por el tratamiento que le dieron algunos programas de televisión al tema.

“Los abogados ya dieron el informe de todo lo que pasó. No sólo no hay ninguna deuda, sino que el estafado fui yo. Lean la causa y se van a dar cuenta. Es todo inventado lo que están diciendo y es una vergüenza lo que hicieron los canales acá. Yo tengo una opción de compra. Y hay una causa en Europa que gané yo”, fue su breve explicación.

Después de ver la nota Facundo Pastor contó detalles del contrato firmado. “Es cierto que el contrato era de alquiler e incluía una cláusula de opción de venta. Pero estaba claro que el dueño tenía que estar de acuerdo en venderla. Pagaba el alquiler durante dos años y después Caniggia tenía la prioridad de compra, siempre y cuando Mike Patridge decidiera venderla”, explicó el periodista.

“Ocurre que la propiedad tenía un litigio anterior a la llegada de los Caniggia con un banco español por una hipoteca, y por eso no pueden venderle la propiedad. Pero esto parece que nunca se lo comentaron a él. Esto Caniggia lo tomó como una estafa, ya que le iban a descontar el dinero del alquiler en la compra, y por eso decidió quedarse en la mansión sin pagar la mensualidad”, detalló Pastor.

Y amplió: “El tercer punto del contrato que también fue incumplido, dice que no estaba permitido usarlo de manera comercial, ya que era un arrendamiento para vivienda. Por lo que no podía hacerse el reality de los Caniggia en esa casa. Y ellos lo hicieron sin autorización”.

A principios de marzo el dueño de la vivienda, Mike Patridge, había mandado un video al ciclo de Pamela David denunciando la situación.